Ni el Teide ni Masca: la asombrosa ruta de senderismo que atraviesa un espacio protegido en Tenerife

Hacer senderismo en Tenerife puede ser una de las mejores maneras de disfrutar de la naturaleza. Recorrer las Islas Canarias observando su paisaje lleno de contrastes te puede ayudar a desconectar de la rutina este verano. En esta isla se encuentra uno de los senderos más bellos que puedes realizar en la época estival.

Se trata de la Rambla de Castro, un espacio natural protegido donde la historia, flora y fauna local se mezclan. Este recorrido se sitúa en Los Realejos, en el norte de la isla tinerfeña.

Rambla de Castro, un sendero lleno de historia y vegetación

La ruta de senderismo en Tenerife de la Rambla de Castro puede hacerse en dos sentidos. Es recomendable iniciarla en el Hotel Maritim y finalizar en el mirador de San Pedro. Ese camino nace al nivel del mar de la playa de Los Roques y termina en la Hacienda de Castro.  En este lugar los excursionistas podrán recordar los ataques de piratas del siglo XVIII y visitar la Casona de Castro. En la Gordejuela conocerás el sitio donde se instaló el primer motor de vapor en Tenerife.  A lo largo del recorrido verás también el fortín de San Fernando y la ermita de San Pedro.

Datos técnicos

• Distancia: 4 kms.
• Duración: 1h y media
• Dificultad: baja

El trayecto comienza en la ensenada del Burgado. Ahí puedes observar Los Roques, unas formaciones volcánicas con cierta altura. Esta playa se cubre de arena fina negra durante el verano. Disfrutando del paseo puedes ver un edificio de color pastel  en ruinas. Se trata de la estación de bombeo de La Gordejuela, donde la compañía Hamilton instaló la primera máquina de vapor de Tenerife en 1903. Su función consistía en elevar el agua desde la costa hacia la zona de los cultivos.

El paisaje que te encontrarás a lo largo de esta ruta de senderismo es muy variado. Pasarás de un paisaje costero con grandes acantilados hacia un frondoso bosque. El camino está perfectamente señalizado, por lo que es muy difícil perderse. Tras pasar la antigua estación de bombeo bajarás hasta la playa de la Fajana. Este paseo te lleva hasta una infraestructura hídrica con un pozo en funcionamiento.

Un fortín como defensa frente a la piratería

Paseando por la Rambla de Castro te encontrarás con el fortín de San Fernando cuya visión era proteger esta zona de la isla de los piratas que la asediaban continuamente entre los siglos XV y XVII. Esta construcción se hizo gracias a Hernando de Castro en el siglo XVI beneficiado por el conquistador de la isla Alonso Fernández de Lugo. Actualmente, aún se conservan algunos cañones de la época.

Si sigues caminando verás la hacienda del Jardín del Edén donde se encuentra uno de los más bellos palmerales de la isla. La Casona de Castro es el ejemplo perfecto de la tradicional arquitectura canaria de casas de campo del siglo XVI. Es una estructura muchos patios, balcones de madera y lavaderos exteriores.

Para finalizar el sendero, tendrás que pasar por la ermita de San Pedro. Este santuario alberga una talla barroca del apóstol y frente a ella hay una cruz de madera que parece bendecir este enclave natural. El sendero finaliza en el mirador de San Pedro, sitio en el cual tendrás una panorámica de la costa tinerfeña. Sin dudas, esta ruta de senderismo en Tenerife es una de las más bonitas.